Estos sueños surgen en los momentos cruciales de la vida, cuando debe realizarse un cambio, ya sea material, mental o espiritual. Para su interpretación deberemos tomar en cuenta lo que existe en la orilla que abandonamos y en aquella a la que queremos llegar, y cuales son los medios de que disponemos para cruzarlo.

Si sueñas con un volcán en erupción, indica descontrol de tu potencial, de tu energía. Estás viviendo por encima de tus posibilidades anímicas y, de un momento a otro, puedes estallar. Debes tomar precauciones; tu salud y tu organismo están en peligro si no te sometes a ciertos controles. Tus objetivos son buenos, pero la forma en que los llevas a cabo no es la adecuada, es realmente explosiva. Controla tu agresividad. Si el volcán está apagado, indica que estás en plena regresión. Deja que salga de tu interior lo que llevas demasiado tiempo ocultando por miedo a fracasar, a que los demás no te tomen en serio o se mofen de tus intenciones, da lo mismo que sean emociones, sensaciones, pensamientos, ideas o proyectos. Dispones de un inmenso poder que debes canalizar adecuadamente. Y ahora ha llegado el momento de que lo pongas en marcha, de que hagas de él el uso que creas más adecuado.