-Cuando vemos volar plumas revela que nuestro espíritu es ligero, ingrávido y amante de todo lo elevado y espiritual. -Si son blancas anuncian bienes y felicidad. -Si son negras, aflicciones y retrasos en los negocios.

El pan puede representar muchas cosas en un sueño pero siempre aquellas que son de verdadera necesidad, no un lujo. -Si alguna vez hemos pasado necesidad, hemos sido pobres, soñar que comemos pan solo o que lo buscamos refleja el temor a la indigencia. -Si somos personas a quienes no nos falta lo necesario el sueño se refiere a otra clase de alimento, los de naturaleza psíquica o espiritual. -Si soñamos con la elaboración del pan o con su cocción indica que confiamos en nuestras propias fuerzas y capacidades, salvo si el pan nos sale mal en su elaboración, en cuyo caso presagia todo lo contrario.

Las cosas que en sueños aparecen pequeñas cuando en la realidad no lo son reflejan nuestra ignorancia y pequeñez. La lucha contra esto puede significar uno de los medios para alcanzar la verdadera sabiduría.

Simboliza la amistad y la fidelidad. -Si nos muestra afecto y fidelidad indica que estamos siendo fieles a nuestra propia naturaleza. -Si nos mira suplicante o pone su cabeza sobre nuestro regazo nos está implorando que volvamos al camino recto. -Si el perro nos mira hosco con ojos encendidos de odio nos está diciendo que negamos a los demás la lealtad que pedimos. -Oír su aullido presagia muerte próxima. -Su ladrido nos advierte sobre la proximidad de algún peligro. -Si el perro está en peligro es que alguna relación afectiva se verá amenazada. -En muchas ocasiones soñar con un perro indica una necesidad de ser amados y protegidos, de tener a nuestro lado alguien que nos dé amor y compañía.

Este sueño revela que en la vida real estamos acumulando resentimiento, temor y desprecio contra los demás. -Cuando vemos nuestra casa invadida por piojos revela nuestro temor a los juicios y murmuraciones de los demás. -Si nos atacan refleja que existen personas que no podemos dominar a pesar de considerarlas inferiores a nosotros. -Si los piojos se agigantan y nos acorralan son jefes temidos y despreciados a la vez. -Si percibimos las molestias de los piojos pero sin sentimientos de rechazo, temor o repulsión reflejan pequeñas molestias, pérdidas o preocupaciones que acompañan a una tarea que se nos ha hecho tediosa.

Siempre se trata de pequeñas molestias, a veces reales y otras imaginarias.